CORRIENTE LITERARIA: MODERNISMO
MODERNISMO

TEMAS FUNDAMENTALES:
Una desazón “romántica: la influencia de Bécquer es evidente en sus textos: rechazo de una
sociedad vulgar (“Yo detesto la vida y el tiempo en que me tocó nacer”, decía Darío); parecida
sensación de desarraigo, de soledad… La defensa de las pasiones y de lo irracional volverá a dar paso
al misterio, a lo fantástico, a los sueños… Pero lo más importante son las manifestaciones de hastío y
de profunda tristeza; por ello, la melancolía y la angustia son sentimientos centrales (ejemplo:
“Sonatina” de Prosas profanas o “Lo fatal” de Cantos de vida y esperanza). Reflejo de estos
sentimientos es la presencia de lo otoñal, de lo crepuscular, de la noche…
Escapismo: huye de la mediocridad evadiéndose en el tiempo y en el espacio. En el tiempo se
retrocede al pasado nacional, fuente de evocaciones históricas y legendarias, o al mundo sensual de
la mitología clásica. En el espacio es relevante el gusto por lo oriental y lo exótico. Descontento con
la realidad que se le ofrece, el poeta se refugia en otra, creada por él a su gusto, en escenarios
lejanos o inventados.
El cosmopolitismo: el deseo de evadirse, de buscar algo distinto determina el interés por
viajar que sintió no sólo Rubén Darío sino todos los modernistas (“Tuvimos que ser políglotas y
cosmopolitas”, decía el poeta). El cosmopolitismo desembocó en la devoción por París, ciudad que
representa el mundo al que aspiraban, su vida nocturna, los cabarets, la bohemia,…
El amor y el erotismo: el tratamiento de ambos apunta en dos direcciones: una, la
idealización del amor y de la mujer, mundo inalcanzable que sume al poeta en la más profunda
insatisfacción y tristeza; otra, el erotismo desenfrenado, encarnado en la mujer fatal, lasciva y
dominadora. Ejemplo de estos temas son textos como “Que el amor no admite cuerdas reflexiones”
de Prosas profanas, o “Venus” de Azul.
El cultivo de temas indígenas e hispánicos: convive con el afán cosmopolita. En un primer
momento cultiva esta temática –mitos y leyendas de las culturas precolombinas y española- como
forma de evasión de la realidad circundante, posteriormente como exaltación de lo hispano frente al
poder dominante de los Estados Unidos. Con sus Cantos de vida y esperanza, Rubén Darío exalta lo
español como un conjunto de valores humanos y culturales frente a la civilización yanqui.
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